domingo, 10 de julio de 2011

EL MISTERIO DE OBANOS

En la noble villa navarra de Obanos, situada en el Valle de Valdizarbe, a medio camino entre Pamplona y Estella, se representa con esplendor y mimo "EL MISTERIO DE SAN GUILLÉN Y DE SANTA FELICIA", también conocido como el Misterio de Obanos, en el cual se narra la historia de los Príncipes de Aquitania, así como parte de la historia de Occidente, ligada, inexorablemente, al Camino de Santiago.
"EL MISTERIO DE OBANOS", como así se conoce la obra, ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional. La leyenda medieval nos cuenta el viaje que emprendió el joven Duque aquitano San Guillén junto a su hermana Santa Felicia en peregrinación hacia Santiago.


El argumento está basado en la historia de la joven princesa Felicia de Aquitania y su hermano. Esta princesa, a instancias de su padre, fue obligada a contraer matrimonio en una boda convenida. A fin de dilatar la celebración, Felicia decidió peregrinar a Santiago con su séquito. Sin embargo, y de regreso de Compostela, optó por no volver a palacio a fin de evitar esa boda no deseada.
Desprendida de sus galas de seda y de su cortejo, pidió servir en la casa de los señores de Amocáin, señorío amplio y rico, ubicado en el Valle de Egües, al lado de Elía. Su tez blanca y sus manos pulidas confundían a los señores, así como su sencillez y laboriosidad. Cuenta la tradición que lejos de la vida regalada de la corte de Aquitania, Felicia trabajó y rezó procurando su santidad en el servicio a los demás.
Desesperado su padre por la tardanza, mandó a su hijo Guillén en busca de ésta, y recorriendo todos lo caminos que se dirigen a Santiago, encontró a su hermana trabajando para otros, algo considerado injustificable para los que en sus venas llevan sangre noble. La cólera del príncipe hizo que lo volviera loco por un instante, y esgrimiendo su daga la clavó en el corazón Felicia. Doble crimen, pues no sólo mató a su hermana, sino que hirió de muerte la soberbia de su vida, la vanidad de su existencia, la superficialidad del lujo de la corte. Pero donde hay pecado también hay perdón, y la necesidad de conversión le obligó a hacer camino de penitencia dirigiéndose a Santiago para suplicar clemencia al Dios todo poderoso.
Cuenta la tradición que de la sepultura de Felicia brotó un clavel, y ante tal prodigio los pastores del lugar decidieron exhumar sus restos. El antojo de un borrico fue quien determinó el lugar en el que se tenía que dar sepultura definitiva a Felicia, y no fue otro que en la villa de Labiano, en el Valle de Aranguren, donde reposan sus restos incorruptos, velados con el cariño y mimo de sus habitantes.
Guillén, el joven príncipe de Aquitania, se dedicó por el resto de sus días, a la oración y a la penitencia en la Ermita de Nuestra Señora de Arnotegui, además del ejercicio de las obras de misericordia en los pobres y en los peregrinos, que no eran otras que limpiar las heridas de los que pasaban a la vera del Camino de Santiago en Obanos, y dar consuelo a sus almas cansadas.

El Misterio de Obanos es una representación teatral de gran formato, de carácter religioso (al estilo de un auto sacramenta), estrenada en 1965 y que desde el año 2000 se escenifica cada dos años (los pares) en la Plaza de los Fueros de Obanos (Navarra, España). Consta de ocho días sucesivos de puesta en escena, siendo todos los días idénticos (de sábado a sábado, en la semana del día de Santiago, 25 de Julio). Está organizado por la "Fundación Misterio de Obanos" y es representado por entre 300 y 400 figurantes, siendo, la gran mayoría, vecinos de esta localidad, y, unos pocos, actores profesionales o amateurs que se unen al nutrido elenco dando vida a los personajes principales de la obra. A ellos se añaden jinetes, dantzaris y otros especialistas diversos que colaboran expresamente en el espectáculo.
El Misterio de Obanos fue declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional en 2001 por parte de la Secretaría de Estado de Comercio y Turismo de España. En 1965 también recibió el Premio Extraordinario "Misterio de Elche" por parte del Ministerio de Información y Turismo. En 1993 formó parte de los Festivales de Navarra.
La vistosa pieza teatral, que se escenifica al aire libre, se estrenó en 1965 con el nombre de "Misterio de San Guillén y Santa Felicia", siendo una creación del sacerdote Santos Beguiristáin Eguilaz, que hizo el guion de la obra basándose en unas cuartillas que escribiera en 1962 para ser declamadas en una fiesta popular. El texto original es de Manuel Iribarren (natural de Pamplona) y de Alfonso Ventura, y la adaptación musical corrió a cargo del maestro Luis Morondo (de la vecina localidad de Puente la Reina).
Desde 1965 hasta 1977 las representaciones tuvieron una periodicidad anual y se celebraban a mitad de Agosto, suspendiéndose desde ése último año, durante 15, hasta que se recuperó en 1993 (en el marco de los Festivales de Navarra). No se volvió a representar hasta los años 1999 y 2000. En este último se tomó la decisión de que la representación fuese bianual, habiéndose celebrado representaciones en 2002, 2004, 2006, 2008 y 2010 La próxima edición está prevista para 2012. Esta decisión de celebrar el Misterio cada dos años vino dada por que se consideró que ponerlo en marcha anualmente exigía mucho esfuerzo y, por otra parte, celebrarlo cada tres o más años podía ser un tiempo excesivo para que los actores recordasen sus papeles, etc.
Uno de los mayores atractivos de la obra son los más de 1100 trajes de época (imitaciones de vestimentas medievales sacadas, en algunos casos, de cuadros de los Museos Vaticanos y de otros lugares), que fueron confeccionados en su gran mayoría en los primeros años de la primera época por la costurera obanesa Clara Vélaz. Otros diseñadores de los trajes fueron Lozano de Sotés Bartolozzi y el propio Santos Beguiristáin Eguílaz.
El espectáculo, de unas dos horas de duración, se complementa y engrandece con luminotecnia y sonidos, efectos especiales, fuegos artificiales, caballerías, carros, antorchas, zancos, malabares, etc.
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OBANOS
Descubra la magia de esta obra declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional y déjese atrapar por el encanto de la arquitectura civil y religiosa de la villa a través de la basílica de Nuestra Señora de Arnotegui o la ermita de San Salvador, en torno a la cual han surgido diversas teorías relacionadas con el Camino de Santiago.
El pueblo de Obanos está situado en una llanura de la Zona Media de Navarra. Los campos de secano rodean esta localidad atravesada por el Camino de Santiago que viene de Jaca y continúa hacia Puente la Reina, donde se funde con vía que baja desde Orreaga/Roncesvalles.
HISTORIA DE OBANOS
El pasado histórico de Obanos nos cuenta que fue villa de señorío realengo. El Monasterio de Leyre desde el siglo XI, el de Irache desde el XII y los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén desde el XIII, poseyeron tierras en Obanos.
En el siglo XIII se erigió como estandarte en la lucha contra el abuso de la Monarquía, ya que fue sede de la Junta de los Infanzones. Ésta agrupaba a buena parte de los nobles frente a los excesos de los monarcas. Tras la conquista de Navarra por Fernando el Católico (1512), se mantuvo como villa dentro de la comarca de Valdizarbe.
Con respecto al Camino de Santiago, Obanos contó con un hospital para atender a los Peregrinos en los años de esplendor de la Ruta Jacobea. Actualmente dispone de un Albergue.
ARQUITECTURA
Obanos se estructura en torno a la plaza de San Guillermo y la Plaza de los Fueros. Se caracteriza por la belleza de la arquitectura civil que llena sus calles con grandes casas de cantería o ladrillo, algunas con arcadas en el piso superior.
Una de las principales construcciones es la Casa Muzqui, de la primera mitad del siglo XVII. Dispone de alero saliente y puerta de medio punto flanqueada por ventanas. Otras viviendas interesantes son la Casa Tximonco, la Casa Cildoz o el Antiguo Hospital de Peregrinos, donde se guardan los 1.056 trajes del "Misterio de Obanos".
Respecto a la arquitectura religiosa, destaca la iglesia de San Juan Bautista, de estilo neogótico, la Basílica de Nuestra Señora de Arnotegui, a unos dos kilómetros y medio de Obanos y la Ermita de San Salvador. Según apuntan algunas teorías, es en esta Ermita donde se unían los dos ramales del Camino Francés.
OTROS LUGARES DE INTERÉS
En la NA-601 entre Obanos y el cruce hacia Adiós, se encuentra la iglesia de Santa María de Eunate, sorprendente construcción románica en pleno Camino de Santiago. Fue edificada en el siglo XII y destaca por su planta octogonal y su curiosa arquería. A 3,3 kilómetros de Obanos le espera Puente la Reina, una de las localidades más interesantes de la Ruta Jacobea a su paso por Navarra. Le sorprenderán sus casas señoriales, sus iglesias y su esbelto Puente Románico.
ACCESO: Salir de Pamplona por Zizur y tomar la A-12 dirección Logroño hasta la salida 18 Puente la Reina/Obanos. Seguir por la NA-601 dirección Campanas

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