viernes, 16 de diciembre de 2011

OLENTZERO


Se trata de una tradición navideña que se celebra el 24 de Diciembre en buena parte de Navarra.
OLENTZERO, OLANTZARO u OLENTZARO, es un personaje navarro de la tradición navideña vasca. Se trata de un carbonero mitológico que trae los regalos el día de Navidad en los hogares de Euskal Herria (País Vasco, Navarra y País Vasco francés) cuyo origen está en la zona de Lesaka.
El modelo de la Regata del Bidasoa es el más caracterizado en el resto de localidades navarras. El Olentzero en un muñeco campechano y borrachín, que desciende del monte para anunciar el nacimiento de Jesús.
Sentado sobre una silla, envuelto por la melodía de los txistus es portado por las calles de diversos municipios la noche del 24 de Diciembre. En ocasiones, niños ataviados con los trajes típicos y representaciones vivientes del misterio de Navidad acompañan a tan insigne protagonista.

El personaje El Olentzero es un carbonero que se representa como un hombre grueso, desarrapado, manchado de carbón, de buen comer y borrachín. El Padre Donostia lo describe como "cabezón sin inteligencia" (buruhandia, entendimendu gabea) o "puerco barrigudo" (urde tripaundia). Su singular característica es que vive aislado de la sociedad dedicado a hacer carbón vegetal en el bosque gustándole comer y beber bien y cada invierno baja de las montañas a los pueblos.
La primera referencia en la historia es con los Fueros Navarros. Según el historiador Isasti de Lezo (XVII), Onenzaro es el nombre recibido por la víspera de Nochebuena.

La hipótesis más extendida es que el origen de Olentzero es anterior a la cristianización de Navarra y que, como indica Claude Labat "el personaje del Olentzero debe ser ubicado dentro de las celebraciones del solsticio de invierno".
Hay constancia de la existencia en el territorio vasco de la conmemoración del solsticio de invierno y el renacimiento de la naturaleza y del sol. En esta línea, el aspecto desarrapado, descuidado y viejo del personaje simbolizaría el tiempo pasado y su quema, manera habitual en la que terminaba el pasacalles del día de Nochebuena, representa la destrucción de toda relación con el "tiempo viejo" y el recibimiento de un nuevo tiempo. El paso de un tiempo que ya muere a uno renovado y lleno de vida, en palabras de J.M. Satrústegui, "supone dejar el camino libre al año que llega".
Esta hipótesis esta relacionada con costumbres locales similares. En Álava, Navarra, La Rioja y la comarca burgalesa de La Bureba el día anterior de Nochevieja viene un hombre que tiene "tantos ojos" como días del año y el día de Nochevieja "tantas narices" como días del año. En Larráun denominan al Olentzaro "el hombre de los 366 ojos".
El cristianismo adaptó las costumbres locales anteriores a sus nuevas creencias. El personaje del Olentzero se habría convertido en el anunciador de la noticia del nacimiento de Jesús (como también lo hicieron los gentiles, que coinciden con el Olentzero en el tipo de vida aislado que mantienen). Se dota al personaje de un significado cristiano y hogareño acorde con las enseñanzas de la iglesia católica. La comparación con el nórdico Papá Noel, en particular en el País Vasco Francés, fue inevitable.
LA EVOLUCIÓN
Desde la representación del "Tiempo Viejo" hasta la actual encarnación del bonachón carbonero que hace regalos a los niños se ha producido una evolución muy profunda. La mayor parte de la misma se ha realizado en la última parte del siglo XX.
El personaje de leyendas relacionadas con el sincretismo entre la mitología vasca y las tradiciones cristianas locales: un gigante o jentil que se convierte al cristianismo, da paso a las versiones más modernas de un carbonero que vivía en el monte y al que no le gustaban nada los niños. Cuando bajaba al pueblo a vender el carbón los niños se escondían de él. En el siglo XX la figura de Olentzaro incorporó elementos de las tradiciones de Papá Noel-Santa Claus, de los Reyes Magos y del Niño Jesús convirtiéndose en un personaje que el día de Navidad trae regalos a los niños.


Su historia se ha enriquecido con relatos e iconografía contemporánea. Unas versiones inciden más en los aspectos cristianos de su historia; otras eliminan los aspectos religiosos, pero conservan los mágicos, y otras suprimen todos los aspectos sobrenaturales de su historia, de forma que puede ser seguido por otras religiones e incluso por ateos. Hay versiones que lo convierten en un embajador de buena voluntad y espiritualidad, mientras la publicidad comercial incide en el aspecto de los regalos materiales. Además, algunos grupos inciden en los aspectos de la nacionalidad y la cultura vasca de la tradición, mientras otros los evitan. La versión tradicional lo suele presentar sucio, y fumando en pipa, aunque muchas veces, especialmente para el comercio, se crean muñecos de Olentzero limpios y sin tabaco. Hay quien lo considera una figura burlesca, y otros venerable. Así la canción tradicional del Olentzero, que en muchas versiones lo describe como entendimendu gabea ("sin entendimiento"), en otras versiones lo proclama entendimentuz jantzia ("(re)vestido de entendimiento").
En Navarra recibe las denominaciones de Olentzaro, Orantzaro (en la zona de Beruete y Leitza) y Onontzaro en la zona de Larráun.

Una de las funciones actuales del Olentzero es muy similar a la de los Reyes Magos o Papá Noel: los niños escriben sus cartas al Olentzero pidiéndole regalos, se las dan a sus padres, y algunos de estos regalos aparecen en casa en la mañana de Navidad. En el País Vasco y Navarra hay localidades en los que se celebra un desfile o Cabalgata de Olentzero la víspera de Navidad, otros en que se celebra una Cabalgata de Reyes la tarde del 5 de Enero, y otros en que se que celebran ambas. Como excepción, en Ermua (Vizcaya) el desfile de recepción del Olentzero se realiza el 31 de Diciembre (sin embargo la Cabalgata de Reyes se efectúa en la fecha habitual). En dichos desfiles el Olentzero puede aparecer representado por un muñeco o por una persona vestida del carbonero.
Es costumbre que grupos de vecinos paseen un muñeco caracterizado de Olentzero (con la cara manchada de carbón, ropa tradicional, txapela, pipa, un saco con regalos, con vestimenta típica vasca) por las calles en Nochebuena, cantando y pidiendo dinero para algún colectivo humanitario, social o para sus propias actividades de ocio. Como despedida a este personaje, en eventos especiales es común incinerar al muñeco al finalizar, bien en la misma tarde-noche de Nochebuena, bien después de las Navidades. La imagen del Olentzero es un elemento característico y frecuente en la decoración navideña de establecimientos y mobiliario urbano en el País Vasco y Navarra.

CANCIÓN TRADICIONAL

Olentzero joan zaigu
mendira lanera
intentzioarekin
ikatz egitera.
Aditu duenean
Jesus jaio dela
lasterka etorri da
berri ona ematera.
Horra! Horra!
Gure Olentzero!
Pipa hortzetan duela
eserita dago
kapoiak ere baditu
arraultzatxoekin
bihar meriendatzeko
botila ardoakin.
Olentzero buruhandia
entendimentuz jantzia
bart arratsian edan omen du
bost arruako sagia
ai urde tripahaundia
la,lara,lara ai urde tripahaundia
la,lara,lara,laralara



Olentzero se ha ido
al monte a trabajar
con la intención
de hacer carbón.
Cuando ha oído
que ha nacido Jesus
ha venido corriendo
a dar la buena noticia.
Míralo! Míralo!
Nuestro Olentzero!
Con la pipa entre dientes
está sentado
también tiene gallos capón
con sus huevos
para merendar mañana
con una botella de vino.
Olentzero cabezón
tan sabio
ayer por la tarde se bebió
un montón de litros de vino.
¡Ay menudo tripón!
la,lara,lara
¡Ay menudo tripón!
lara, larala, laralala




Web: www.olentzeropamplona.com




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