CAPÍTULO 1: CONOCIENDO LA HISTORIA DEL VIEJO REYNO Y SUS RECUERDOS
La mejor manera de estrenar este viaje es visitando Javier, Leire y Sangüesa en el “Día de Navarra”. Esta celebración ofrece su máximo esplendor en Javier donde se honra a nuestro patrón, San Francisco Javier. Aproveche para conocerle y acceder a su Castillo. Una visita casi de obligado cumplimiento en esta fecha tan señalada.
Para terminar este recorrido histórico y medieval, le recomendamos trasladarse a Sangüesa, con vestigios del antiguo Palacio Real y con su imponente iglesia de Santa María la Real. Un Monumento Nacional cuya portada es todo un libro de sapiencia histórica. No deje pasar la oportunidad de que se lo cuenten.
Como es tiempo de nieve qué mejor que acercarse al Pirineo y visitar Ochagavía, Roncal y el Valle de Belagua. Ochagavía guarda un encanto especial y evoca los pueblos de antaño con sus calles empedradas y sus casas grandes de tejados empinados. A cuatro kilómetros descansa la Ermita románica de Muskilda, guardiana de una tradición milenaria y cuyas vistas del Pirineo impresionan.
Y si pensaba que no iba a pisar la nieve, se la ofrecemos en bandeja en el Valle de Belagua con sus renovadas pistas de esquí de fondo del Centro de montaña “Valle de Roncal” o en el de Salazar en Abodi, donde además de esquiar podrá practicar el senderismo con raquetas de nieve o si prefiere algo más lúdico e infantil tirarse con el trineo por las laderas monte abajo.
Otro lugar emblemático de Navarra es, sin duda alguna, Tudela, capital de la Ribera y cuna de civilizaciones ya que en ella convivieron Musulmanes, Judíos y Cristianos. No se vaya de Tudela sin visitar su magnífica Catedral, Monumento Nacional en el que conviven en perfecta armonía los estilos románico, gótico y barroco sobre los restos de la antigua Mezquita.
Otra recomendación para finalizar esta jornada es la de “perderse” por sus intrincadas calles con aroma medieval y recorrer la antigua judería de la ciudad. Deléitase con sus Palacios barrocos, como el del Marques de Huarte, y sus coquetas Plazas como la de los Fueros que fue coso taurino como recuerdan los escudos y pinturas de las fachadas que la rodean.
Como colofón a esta primera parte del Puente seguimos buceando por nuestro pasado. Esta vez, nos quedamos en Pamplona para entender el significado de viejo Reyno. Despega recorriendo el Museo de Navarra, un lugar idóneo para empaparse del arte y la historia desde la Prehistoria hasta nuestros días.
Como el arte y la historia no están siempre en los recintos cerrados le invitamos a pasear por las Murallas. Cinco kilómetros de recorrido que constituyen uno los complejos bélicos más interesantes y mejor conservados de España. Si quiere saber más de esta construcción, se la explican al detalle en el Centro de Interpretación de las Fortificaciones
CAPÍTULO 2: LUGARES MILENARIOS QUE PARECEN SALIDOS DE UN CUENTO.
Le proponemos una de Monasterios, con los los 4 magníficos: Irantzu, Iratxe, La Oliva y Fitero. Empezamos en Tierra Estella donde encontramos dos: el de Irantzu en Abárzuza, grandiosa abadía cisterciense (siglos XII y XIV) con su claustro gótico, elegante y austero, uno de los rincones más bellos del cenobio.
Y el de Iratxe, en Ayegui, a tiro de piedra de Estella. Un edificio con mucho encanto y más historia. Descubra la iglesia románica (XII), el claustro plateresco, la torre de estilo herreriano y en la explanada exterior, la fuente del vino.
A medio camino entre la Zona Media y la Ribera, otro referente de la arquitectura cisterciense, el Monasterio de la Oliva, Carcastillo. El claustro gótico, la sala capitular y la capilla de San Jesucristo revelan la importancia artística de este Monasterio (siglos XII y XIII), actual morada de 26 monjes que deambulan por el claustro vestidos con túnicas blancas.
Y para terminar este periplo monacal y retirarse en paz y armonía a descansar, el Monasterio de Fitero, en la Ribera. Su iglesia abacial es una de las más importantes de la orden del Císter en Europa y en su interior conserva una importante colección de arquetas árabes, cofres medievales y un precioso relicario gótico de esmalte limosino.
Para este día, ¿qué tal una historia totalmente diferente? ¿Por qué no cobijarse en el interior de milenarias cuevas navarras donde habitaron nuestros ancestros prehistóricos? Entre en las Cuevas de Zugarramurdi, Urdazubi/Urdax y Mendukilo.
El eco de las Brujas resuena en la Cueva de Zugarramurdi. No contiene estalactitas ni estalagmitas, ni en sus paredes se han descubierto pinturas rupestres. Sin embargo, conserva un atractivo casi único por haber sido hasta el siglo XVII escenario de Akelarres.
Si quiere ver estalactitas y estalagmitas acérquese, andando o en coche, a la vecina Cueva de Urdazubi/Urdax. Se originó hace unos 14.000 años gracias a la continua erosión del río Urtxuma. Una visita guiada por sus galerías -única forma de conocerla- se adentrará en un mágico universo de formas caprichosas, además de traerle evocadores recuerdos de personajes de leyenda, guerrilleros y contrabandistas que las ocuparon en otras épocas.
Un poco más al sur, en las entrañas de Aralar se oculta la Cueva de Mendukilo, en Astitz, a pocos minutos de Lekunberri. Utilizada durante siglos como establo, hoy día tres de las salas de la cueva están acondicionadas para la visita turística gracias a la iluminación dinámica y a un sistema multimedia. El recorrido turístico le guiará a través de una pasarela flotante hasta el corazón oculto de la Sierra de Aralar.
Otros lugares con arraigo y sabor a historia son los hitos del Camino de Santiago. Esta vía milenaria atraviesa Navarra y por eso abundan los pueblos y ciudades-calle nacidos por y para el camino. Rincones en los que abundan leyendas e historietas. No se las pierda.
Puente la Reina, solo con mencionarla ya evoca su pasado de reyes y reinas, de Navarra, por supuesto. Caminar por su estrecha rúa Mayor se convierte en un agradable ejercicio que le permitirá descubrir joyas arquitectónicas como las iglesias del Crucifijo, la de Santiago el Mayor y bellos edificios salpicados de detalles jacobeos.
En pocos minutos, en coche claro, llegamos a Estella-Lizarra, ciudad románica que atesora Palacios, Casas señoriales, Iglesias, Conventos, Puentes y hermosos Edificios como la iglesia de San Pedro de la Rúa, de estilo románico tardío.
Entre Estella-Lizarra y Viana, Los Arcos. La ruta Jacobea discurre por la Calle Mayor a la que asoman hospitales, hospederías y edificios de fábrica noble, que muestran la pujanza que tuvo Los Arcos gracias a su privilegiada situación como confluencia de caminos y al constante fluir de peregrinos. No se puede ir sin visitar la iglesia de Santa María, uno de los conjuntos más sorprendentes del barroco navarro, de gran riqueza y espectacularidad.
Y qué decir de Viana. Pues para empezar, que hoy día descanse tras un ajetreado pasado histórico como plaza defensiva frente a Castilla y para continuar, que cuenta con ilustres edificios como la majestuosa iglesia gótica de Santa María a cuyos pies está enterrado el que fuera Príncipe y Cardenal César Borgia, fallecido cerca de Viana en 1507.
Y para comer perdices y acabar felices este Puente, eche el resto y relájese en enclaves más modernos pero con mucho sabor.
El Cubo de Itaroa en Huarte le va a dejar el cuerpo como nuevo. Un Balneario urbano con 7 piscinas climatizadas interiores y exteriores. Todo un lujo a 5 minutos de Pamplona.
En la misma localidad, el Centro de Arte Contemporáneo "HuArte” le sorprenderá con sus exposiciones de artes plásticas y audiovisuales y otras actividades como danza, teatro, cómic…
Si se queda con ganas de más arte, no se pierda el Museo Oteiza de Alzuza. A 8 km de Pamplona, alberga la colección personal de Jorge Oteiza, uno de los creadores más significativos de la escultura del siglo XX. El edificio, un gran cubo de hormigón rojizo permite al visitante conocer la peculiar forma y el íntimo ambiente en que el artista desarrolló su obra.
Y en Villava encontrará el Centro de Información del Parque Fluvial del Arga. Aunque este espacio es moderno se ubica en el antiguo Molino de San Andrés del siglo XVI. Conozca los diferentes usos del molino a lo largo de la historia y siga el curso del Arga a pie o en bicicleta, como prefiera.
ESPERAMOS QUE LO DISFRUTE
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